Los videojuegos han
sido un tema de discusión a lo largo de los años, en su mayor parte se tienen
opiniones negativas acerca de éstos, ya que sus beneficios son menores en
consideración a las consecuencias que pueden tener por su uso excesivo.
Es impactante como el mercado de los videojuegos ha aumentado
en los últimos años, cada vez forma una parte mayor de la economía de un país,
pues la industria de los videojuegos va creciendo y la gente consume cada vez
más estos productos.
De manera personal no he tenido una adicción a los
videojuegos, pues nunca me han encantado. Sin embargo pienso que son una buena
herramienta del ocio siempre y cunado los sepamos usar y no abusemos de ellos.
El adolescente o niño que lo utiliza debe tener un equilibrio al hacerlo ya que
si excede del tiempo de juego, puede llegar a convertirse poco a poco en una
adicción. En un futuro ésta adicción tiene malas consecuencias, ya que puede
descuidar su rendimiento escolar, aislamiento social, trastornos, conductas
antisociales e incluso el consumo de sustancias.
He observado como para algunos niños los videojuegos se
vuelven todo para ellos, se olvidan de su entorno y lo único que les importa es
el videojuego, en mi opinión el niño debe conocer otras formas de diversión,
como salir a jugar al jardín, convivir con otros niños, etc., y no llegar al
exceso de dedicar todo su tiempo en los videojuegos.